Este templo románico es uno de los más excepcionales que puedes ver en todos los Pirineos.
La perfección de su entorno natural y su peculiar ubicación encima del pueblo ofrecen un increíble espectáculo de belleza serena a todos aquellos que se acercan hasta aquí.
Se trata de una construcción de pequeño tamaño, con nave rectangular cubierta de madera u ábside semicircular. Su campanario de espadaña con doble apertura redondea su imagen más característica.
Uno de los aspectos más destacables de esta iglesia son los esbozos románicos que se conservan en su interior, y que ofrecen una muestra de narrativa religiosa primitiva y muy elocuente. Cuentan con representaciones de ángeles adorando al Agnus Dei y una gran iconografía sobre la simbología entre el bien y el mal.
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